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Un emprendedor de Pontevedra patenta el invento del verano: un café embotellado, frío y de calidad
Gonzalo Rodríguez comercializa una bebida de 200 mililitros que se conserva cinco semanas, cuesta 3,60 euros y permite «jubilar el termo de la playa»
Han pasado ya trece años desde que un café, un simple pocillo con la bebida negra humeante, le cambió la vida a Gonzalo Rodríguez Acuña. Camarero entonces en El Club del Café, un negocio familiar con el que Fini, su madre, trataba de que sentase la cabeza, un cliente le preguntó qué diferencia había entre un grano colombiano y uno brasileño. Gonzalo no supo contestar. Y quién sabe si fue la frustración o el ansia de no enfrentarse a más preguntas que le dejasen en blanco, o una mezcla de ambas cosas, las que hicieron que lo aprendiese todo sobre el café. Hoy, a sus 33 años, Gonzalo podría decirse que es toda una autoridad del café. Asaltó los concursos nacionales de baristas, convirtió el bar familiar de la calle Riestra en un local donde se puede tomar café de nueve denominaciones de origen distintas y abrió también un tostadero con el que da servicio a tiendas gourmet y a restaurantes de primer nivel. Ahora, Gonzalo quiere dar el campanazo del verano: ha inventado el café de alta calidad embotellado y para beber frío. «Se acabó el termo en la playa. Tenemos agua de café de buena calidad», dice Gonzalo con una tímida sonrisa, mostrando una botellita de cuidado diseño que ya está a la venta.
Todo empezó hace dos años. Gonzalo, al alimón con la empresa pontevedresa Awa in Waters, buscaba sacar al mercado un producto acabado: «Tostamos café, pero queríamos tener una referencia de un producto terminado nuestro y acabamos dando con esto... con el agua de café». La citada compañía le brindó un agua de alta calidad, de manantial añejo, que él dice que es fundamental para lograr un buen café. Y, a partir de ahí, tocó tirar de inventiva. Buscó un café de alta calidad —trabaja con los propios productores— y se decantó por uno de planta arábica que, según explica, tiene claras notas a caramelo y chocolate y un toque afrutado. Probó fórmulas y más fórmulas hasta que descubrió que, con un macerado artesanal de más de treinta horas y un filtrado muy exhaustivo, era capaz de hacer un café con buen sabor para tomar frío y capaz de conservarse cinco semanas sin tener que añadirle, conservantes, colorantes o cualquier otra química: «Esto es agua y café, no hay más. ¡Es agua de café!», señala.
Volvió a apoyarse en la empresa Awa in Waters para embotellarlo y de ahí salió la primera remesa de botellas de 200 mililitros, que llevan un tapón de chapa, incluyen un coqueto envase y ya están a la venta en El Club del Café. Además, esperan tener a disposición pronto el género a través de sus plataformas digitales. ¿Qué dicen quiénes ya testaron el producto? «Que al principio tiene un toque ácido y luego un poso muy dulce. La bebida mejora si se oxigena, es decir, si se echa en una copa y se espera un poco para beberla», cuenta Gonzalo. Es ideal para tomar a trago largo o para saborearla poco a poco. Eso ya, señala el maestro cafetero, es cuestión de gustos.
El producto que lanza al mercado El Club del Café junto a la empresa Awa in Waters tiene un precio de 3,60 euros. Cuesta esa cantidad una botella de 200 mililitros que puede dar para varios cafés. Sus inventores cuentan que, dado el proceso de maceración y la dosis de café que incluye, tiene poder energizante y una cantidad importante de cafeína. También resulta hidratante y refrescante. Gonzalo Rodríguez es claro al respecto: «Es para quienes les guste el café. Va a ser difícil que se apasionen con él las personas que toman café con leche muy clarito con mucho azúcar... es café y agua, nada más».
Animando al público a probar este nuevo producto, Gonzalo destaca tanto que se trata de una bebida natural, de ahí que de momento solo logren que se mantenga cinco semanas, y señala también que de momento no se plantearon hacer lo mismo con café descafeinado. «Nos parece más complicado y por ahora queremos probar a ver cómo acepta el mercado esta bebida, este agua de café que nos parece ideal para tomar en verano, porque sabe muy bien frío», cuenta.
Por el momento, la promoción de su producto ha comenzado en las redes sociales de El Club del Café, donde se indica lo siguiente sobre este invento: «Su creación parte de un exhaustivo proceso que aúna la tradición, la innovación y el conocimiento del café, dando como resultado un concepto de bebida 100 % natural y saludable». Ahora toca que el mercado dé su veredicto.