Consejos básicos para elaborar un buen café

Café filtrándose

  1. Escoger un café que nos ofrezca información sobre el grano y su trazabilidad. Saber el origen, la variedad de la planta y el año de cosecha es interesante, cuanta más información tengamos sobre el café que compramos mayor posibilidad de que sea un café de alta calidad.

  2. Es importante comprar el café en grano y molerlo justo antes de prepararlo para que no se oxide y pierda frescura.

  3. Molerlo con el grosor adecuado: fino, grueso o intermedio dependiendo de la cafetera o el modo en el que lo vayas a preparar.

  4. Si aún no tienes un molino en casa, cómpralo recién molido e intenta guardar el café en su envase original. Si lo mueves a otro recipiente expones el café molido al oxígeno y el olor y sabor desaparecerá más rápido.

  5. El café recién molido debe consumirse cuanto antes, por eso te recomendamos comprar pequeñas cantidades a tu tostadero local.

  6. Calcular la proporción de agua y café antes de prepararlo. Por lo general, la proporción ideal; es de 60gr de café molido por litro de agua.

  7. Controla el tiempo de infusión. Dependiendo del método que utilices tendrás que dejarlo infusionar un tiempo u otro.

  8. Te aconsejamos que uses cronómetro y una báscula de precisión. Para aprender a regular tu molienda u conocer bien las proporciones es necesario medir los parámetros de la infusión.

  9. Utilizar agua con un sabor neutro, sin olor a cloro o tierra. cal. No debe ser ni excesivamente dura ni blanca: total de minerales (o dureza) entre 100 y 200 ppm. Su pH ideal debe ser de 7.

  10. Si utilizas agua del grifo y dependiendo en la zona donde vivas quizás tengas que utilizar algún sistema de filtración, como el de osmosis o carbón activo que eliminan malos olores y ayudan a reducir la dureza del agua.

  11. Una vez que el café esté preparado no deberíamos de volver a calentarlo.