¿Cómo saber qué cafetera comprar?

¿Cómo saber qué cafetera comprar?

Seguramente ya estés comprando un café de buena calidad, y tu vieja cafetera de cápsulas está marginada en una esquina de la cocina con cara de “a mí ya nadie me quiere”. Te estás planteando mejorar tu equipamiento para sacarle el máximo partido a cada grano de café, y me parece una decisión muy acertada. Piensa que, muy probablemente, vas a tomar café el resto de tu vida. ¿Por qué no invertir un poco en algo que te va a acompañar todos los días?

Ahora bien, elegir tu cafetera ideal no es tarea fácil. Hay cientos de opciones, precios, formas y resultados completamente diferentes. Y lo peor: nadie te dice que no hay una cafetera “mejor” que otra, sino una que se ajusta mejor a tus gustos. Así que vamos a ir paso a paso, de forma sencilla y clara, para que entiendas las diferencias y te lleves a casa la cafetera que va a hacerte feliz.

¿Qué tipo de café te gusta realmente?

Y no me digas "a mí me gusta el café fuerte", que aquí no estamos hablando del tueste ni del origen, sino del estilo de preparación. Dependiendo de la cafetera que uses, el resultado final puede cambiar drásticamente. Por eso es fundamental que identifiques qué tipo de café disfrutas más beber.

Cafeteras de goteo o filtro

Si te gusta un café más suave, ligero y fácil de beber, las cafeteras de filtro o goteo son ideales para ti. Este tipo de preparación resalta los matices más sutiles del café, lo que las hace perfectas para apreciar cafés de especialidad. Mucha gente piensa que un café bueno tiene que ser intenso y corto como un espresso, pero nada más lejos de la realidad, un filtrado bien hecho con un buen grano puede ser una absoluta delicia.

Eso sí, este tipo de café no se lleva demasiado bien con la leche, ya que al ser una bebida más diluida, añadirle leche solo la apaga más. Si quieres probar cómo debería saber un filtrado de verdad, acércate por el Club del Café y pide un “Goteo de la casa”. Te prometo que te sorprenderá.

Fíjate en si la cafetera usa filtro de papel, tela o metálico, esto tiene un gran impacto en la taza ya que los filtros de tela y metal dejan pasar aceites y sedimentos lo que le da más cuerpo y textura a la bebida, pero por lo general te recomiendo más utilizar filtros de papel para obtener una taza mucho más limpia.

Las automáticas son cómodas: colocas el café, el agua, y listo. Pero si quieres jugar con temperaturas, tiempos y proporciones, una manual como una V60, Chemex o Kalita te dará ese control.

Eso sí, si vas por una manual, vas a necesitar una jarra de cuello de cisne. Este tipo de tetera te permite verter el agua poco a poco y con precisión, asegurando una extracción uniforme. Es el secreto para pasar de un café decente a uno excelente.

Cafetera moka o italiana

Esta es, probablemente, la cafetera que todos hemos visto en casa de nuestras abuelas. Y si aún no tienes una, es una excelente opción para quienes disfrutan de un café con intensidad, pero no tan concentradocomo un espresso.

Son económicas, resistentes y, si las usas bien, pueden ofrecer una taza deliciosa. Personalmente, te recomiendo las de acero inoxidable antes que las de aluminio: duran más, no retienen olores y suelen tener mejor rendimiento. Intenta no bajar de los 30€, ya que los modelos más baratos suelen tener filtros de baja calidad que terminan dejando muchos sedimentos en la taza.

Prensa francesa

Y si hay una cafetera que siempre recomiendo, especialmente para quienes buscan una opción fácil, versátil y confiable, esa es la prensa francesa.

En mi opinión, es de lo mejor que puedes tener en casa. No necesitas filtros, ni electricidad, ni técnica de barista. Solo café, agua caliente, cuatro minutos de paciencia… ¡y listo!

Lo mejor de la prensa francesa es que es muy consistente: con una buena molienda gruesa y proporciones correctas, casi siempre vas a obtener una taza con buen cuerpo, mucho sabor y muy pocos errores.

Además, es multiusos. Puedes usarla para hacer té, infusiones o incluso para cremar la leche para el resto de bebidas. Solo tienes que calentar la leche (sin hervirla), meterla en la prensa y bombear varias veces con el émbolo: se forma una espuma cremosa y suave que funciona genial para un cappuccino casero.

La limpieza es sencilla, y el resultado, si usas buena materia prima y proporciones adecuadas, suele ser muy agradable: cuerpo medio-alto, sabor redondo y facilidad absoluta.

Cafetera espresso

Si prefieres un café con cuerpo, intenso y más concentrado, o si te gusta preparar bebidas con leche como cappuccinos o lattes, lo que necesitas es una cafetera espresso. Aquí tienes dos opciones:

Las cafeteras espresso automáticas son ideales si buscas comodidad. Estas máquinas hacen casi todo por ti, aunque suelen ser más caras si las comparas con las normales que tengan las mismas prestaciones debido a todos los sistemas electrónicos que incluyen.

Si te gusta el ritual de hacerte tú mismo el café y quieres tener mayor control y experimentar, una cafetera espresso convencional es la mejor inversión. Te va a permitir tener mucho más control sobre tu taza final y perfeccionar tu técnica poco a poco.

Pero ojo… no todo es la cafetera

Antes de lanzarte a comprar, debes saber que no sirve la misma molienda para todas las cafeteras, y aquí es donde entra en juego el molinillo.

Huye a toda costa de los molinillos de cuchillas. No solo no muelen de forma uniforme, sino que no te permiten controlar el tamaño de la molienda, que es clave para que tu café salga bien.

Lo ideal es que compres un molinillo de muelas. Los hay manuales que son más baratos y portátiles o eléctricos que son más cómodos, pero más caros. Si vas a usar una cafetera espresso, te recomiendo que optes por un molinillo eléctrico, porque moler tan fino a mano cada mañana puede hacerse muy tedioso. Aunque también hay muchas cafeteras espresso que vienen ya incluidas con un molinillo que son muy buena opción ya que son más sencillas de utilizar y es más barato que comprarlas por separado. Para otros métodos como moka o filtro, un molino manual puede irte perfectamente.

Como has visto no necesitas la cafetera más cara del mundo ni montar un laboratorio en casa para disfrutar de un buen café. Solo necesitas conocer tus gustos y elegir el equipo que mejor se adapte a ti. Así que ya sabes: invierte bien, muele bien y disfruta cada taza. Porque si vas a tomar café toda tu vida… más vale que te lo prepares como a ti te gusta, ¿no?

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